La literatura del Renacimiento en Aragón. Algunos autores

La literatura del Renacimiento en Aragón

En primer lugar, presentamos un artículo de Domingo Ynduráin donde traza un breve panorama de la literatura que se escribía en Aragón durante el Renacimiento, sobre todo en lo que respecta  a la prosa y a la poesía de Cancionero. En segundo lugar, destacamos dos autores:  uno que destacó en el cultivo de la prosa pedagógica, Juan Lorenzo Palmireno; y otro, autor dramático, Jaime de Huete.

Para una propuesta más detallada  dejamos a los grandes poetas aragoneses del Renacimiento: Los hermanos Argensola.

Prosa. Estudios de gramática, latinidad y pedagógicos. Juan Lorenzo Palmireno

De este autor, nacido en Alcañiz, queremos destacar  los cuentos tradicionales  que incluía en sus obras mayores,  como en  El estudioso en la Aldea. Relato autobiográfico que contiene interesantes disquisiciones acerca de la preceptiva literaria  y que  influyó en el Fray Gerundio de Campazas del padre Isla. Estos cuentos recopilados por José Fradejas Lebreros en su artículo "Lorenzo Palmireno. Cuentos" se pueden comparar con otros de distintas tradiciones y autores que el mismo José Fradejas señala.

Teatro renacentista. Jaime de Huete

Este dramaturgo aragonés compuso dos comedias:Tesorina y Vidriana. El asunto de estas comedias viene determinado por una acción principal que desarrolla los amores de un caballero y una dama que, tras una serie de  dificultades, conciertan su boda en un final feliz. A esta acción se unen unas  secundarias desarrolladas por criados, sirvientes y pícaros.

Los personajes nobles son  amantes dolientes y tristes que siguen  las convenciones del amor cortés. Por el contrario, el amor del resto de los personajes es un disfrute de los sentidos. El habla de los criados es muy atrevida, llena de coloquialismos, regionalismos,  expresiones vulgares y obscenas, lo que provocó  que estas comedias  se incluyesen  en el Índice de libros prohibidos (1559).

Jaime de Huete  utiliza  hábilmente  recursos teatrales como el equívoco, el disfraz, la variedad de espacios escénicos (casa, calle, campo), la distinción entre escenas diurnas y nocturnas.  También es característico  del estilo de sus comedias el uso de variados  registros lingüísticos: culto y amanerado en el  noble enamorado, natural y rústico en los criados, jergas moriscas utilizadas por los sirvientes negros, o el ceceo de un fraile celestino y alcahuete, junto con aragonesismos y expresiones  del lenguaje vulgar.

Proponemos que los alumnos elijan algunas de las  escenas de  Vidriana para analizar los rasgos característicos de la literatura dramatica: acotaciones escénicas, caracterización de los personajes, decoro poético, unidad de acción, etc.

 

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