La poesía renacentista en Aragón: las academias literarias y las justas poéticas
Las academias literarias
Las Academias eran asociaciones periódicas, organizadas según unos estatutos creados por sus propios componentes, y cuyos orígenes se hallan en Italia. Se caracterizaban por la jerarquización de los cargos dentro de las mismas (influencia italiana), y que reflejaba a la propia sociedad barroca. De manera que, en general, los cargos se elegían no por capacidad intelectual, sino por posición social. Y dentro de ese deseo de distinguirse de los demás hay que entender también el uso de seudónimos. Su vida era bastante efímera, la Imitatoria de Madrid, creada en 1586, no se mantuvo ni un año. Más breve fue la vida de la de los Humildes, de 1592. La de más larga existencia fue la Academia de los Nocturnos de Valencia, que permaneció de 1591 a 1594. Las causas de su corta vida fueron en muchos casos las polémicas literarias y las enemistades personales entre sus miembros.
Lupercio posiblemente perteneció a la academia de los Humildes y también Bartolomé Bartolomé que tenía el cargo de Fiscal en la misma Academia y “tenía encomendado el encauzamiento de los trabajos literarios, y su pertinente discusión." (Aznar Molina, J. Aznar Molina, Los Argensola, Artes Gráficas E. Berdejo, Zaragoza, 1939, p. 137).
En Zaragoza también se prodigaron las Academias literarias en el siglo XVII. Destacaron la Pítima contra la Ociosidad, y la de los Anhelantes, donde se supone que Lupercio leyó los dos discursos.
Cuando Lupercio viajó a Nápoles bajo el servicio de El Conde de Lemos, éste quería organizar una academia propia y el 3 de mayo de 1611, en el claustro de la iglesia de Santa María de la Gracia a “Caponapoli,” se fundó con la intervención de Lupercio la Academia de los Ociosos. Las reuniones se celebraban una vez a la semana y se trataban temas de literatura, matemáticas o filosofía. En la Academia participaron autores tan famosos como el conde de Villamediana, Guillén de Castro y Diego Saavedra Fajardo. (Otis H. Green, “The literary court of the Conde de Lemos at Naples, 1610-1616,” Hispanic Review, Vol. I, 1945, pp. 293-295).
A continuación, presentamos un enlace al artículo dedicado a las Academias literarias en la Gran Enciclopedia Aragonesa, así como al artículo dedicado a la Academia de los Anhelantes de wikipedia.

Una justa poética
Las justas poéticas eran una práctica habitual en el siglo XVII, también en Aragón. Presentamos el artículo de Aurora Egido "Los modelos en las justas poéticas aragonesas del siglo XVII". Proponemos la lectura del mismo y la convocatoria en el IES de una justa poética a la manera de las del Siglo de Oro, glosando alguno de los sonetos de los hermanos Argensola. En a Contienda Poética que se convocó en Zaragoza en 1646, uno de los poemas ganadores era una canción de cuatro estancias sobre la de Lupercio Leonardo: "A quien no espantara la ardiente pira". En 1659, es propuesta para recrear, una canción de cuatro estancias de Bartolomé "Hoy quiere el cielo". En el siguiente apartado de esta propuesta se pueden leer poemas de los hermanos Argensola.
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